Las familias afectadas por la tragedia ocurrida el pasado febrero piden ayuda al gobierno.

Los familiares de las 27 personas fallecidas, de entre ellas 19 mujeres y 8 hombres, el pasado 8 de febrero en un taller textil de la ciudad de Tánger, lanzan un llamamiento urgente al gobierno para que investigue el incidente y condene a los responsables del mismo, ocurrido dadas las condiciones de trabajo ilegales y no por una catástrofe natural.




En la Carta Abierta que dirigen las familias de los afectados al Jefe del Gobierno, manifiestan las condiciones trágicas en las que viven. Tras perder el sostén económico familiar, se han visto sumidos en la precariedad, algunos de ellos padecen situaciones de salud peligrosas, otros no tienen qué llevarse a la boca, y muchos serán desahuciados de sus hogares. Condiciones en las que se encuentran desde hace más de dos meses en ausencia total de apoyo por parte del Estado y de sus instituciones directamente responsables del mismo. A estas situaciones de pobreza extrema, que se extiende entre gran parte de las familias afectadas, hay que añadir las lógicas del duelo que conlleva la pérdida de una hija, un hijo o un marido.


"Señor JEFE DEL DEL GOBIERNO, sabe que la "unidad industrial textil" en la que 27 de nuestros hijos e hijas perdieron la vida y se ahogaron en las lluvias torrenciales, estaba ubicada en el sótano de una villa que carecía del mínimo de condiciones de salud y seguridad estipuladas en el Código de Trabajo y se estaban empleando, en condiciones inhumanas, a 150 trabajadores y trabajadoras que entraban y salían día y noche ante las autoridades" - Mencionan en la citada Carta dirigida al Ministro de Empleo e Integración Profesional y Director General de la Caja Nacional de Seguridad Social.


Las situaciones en las que estos jóvenes trabajaban suponían una violación de sus Derechos Humanos. Sin embargo, la no aplicación de las Leyes Laborales que rigen estas relaciones no es algo reciente, esta realidad de incumplimiento de la normativa lleva ocurriendo desde hace más de 15 años. Las muertes a causa de las fuertes lluvias registradas el 8 de febrero, que inundaron el sótano en el que trabajaban, y provocaron un cortocircuito, no hacen sino evidenciar la urgencia de mejorar las condiciones laborales de la industria textil en Marruecos.


Los familiares de los difuntos también han pedido al gobierno que brinde apoyo urgente a las familias afectadas para mitigar los efectos de la tragedia y brindarles protección social y sanitaria como un derecho impuesto por toda la legislación, pactos internacionales y nacionales del Estado, especialmente desde el accidente, que está relacionado con las condiciones de trabajo ilegales y no por una catástrofe natural, ya que se pretende que se interprete como tal para deshacerse dela responsabilidad de sus consecuencias.